Juan (Matías Ale) acude a un psicólogo (Álvaro “Waldo” Navia) para hablar de la crisis que está atravesando con su novia (Noelia Marzol), con quien no puede lograr intimar y a quien además le hizo creer que era un hombre de mundo, codiciado por las mujeres, millonario y exitoso empresario. Todas mentiras que utilizo para poder conquistarla.
Pero las mentiras resultan cada día más difícil de sostener y la paciencia de la novia ante la falta de intimidad parece estar llegando a su límite. El psicólogo parece tener más problemas que el paciente y se lo ve más preocupado por sacar ventaja económica de Juan que de solucionarle los problemas.
Sin saber qué hacer y aconsejado por su “psicólogo” decide ir prostíbulo, para probar su hombría. Ahí conocerá a “Marilyn” (Alejandra Majluf), una madama desquiciada y a una prostituta torpe y delirante (Belén Francese). Todo tomara un camino inesperado mediante las vistitas de Juan al prostíbulo, en donde increíbles y divertidas situaciones harán que poco a poco Juan comience a reflexionar sobre las decisiones tomadas en su vida.